Un duelo

La pérdida de un ser querido, es una situación de dolor incalculable maximizado por la situación actual; experiencia que genera sentimientos encontrados en la familia del fallecido, confusión, incredulidad, tristeza, culpa, impotencia de no poderlo acompañar en sus últimos momentos en que más lo necesitaba, darle la despedida como él o ella merecía, no haberle manifestado su amor, y no darle el último adiós en compañía de sus amigos y familiares.
Esta situación traumática, de dolor en la familia, da paso a posibles desequilibrios físicos, emocionales, y Psicológicos; haciendo más visibles e insostenibles la situación presente a causa del confinamiento, afectando la salud mental de algunos individuos y su entorno familiar, donde se hace necesaria la ayuda de un profesional que les oriente en su proceso de duelo.
Todos los integrantes del grupo familiar necesitan de atención especial, los niños y adolescentes, por su mayor apego a las personas mayores en el momento de su muerte, pueden presentar desequilibrio emocional y comportamental, a causa de la perdida de ese ser a quien quería, admiraba o quisa, era su ejemplo a seguir, reflejándolo en su estado de ánimo; bajo rendimiento académico, laboral, perdida de atención y concentración, inducción o aumento de las adicciones.
SI, es normal sentirse enfadado/a con el mundo, con ellos mismos, por no haber podido actuar de manera diferente; surgen preguntas ¿Por qué a nosotros? ¿Porque a mí? ¿Debí haber hecho algo más para evitar su muerte? ¿recibiría el tratamiento adecuado? ¿habrá sufrido?, ¿cómo serian sus últimos momentos?; todas estas preguntas rondan por su cabeza buscando respuestas creíbles, y así lograr paz interior, al no lograrlo puede adoptar comportamientos de autoagresión a la familia, a sus compañeros, funcionarios de la salud; culpándoles de su dolor, reusándose a aceptar que el causante es un monstruo invisible (COVID-19) al cual no pueden enfrentarse.
La unión y comprensión familiar es lo más importante en esos momentos, en donde cada miembro del grupo familiar siente el dolor de la perdida de manera diferente, el hogar (casa) es un sitio ideal en donde el confinamiento da la posibilidad de vivir su dolor desde el corazón, expresar sentimientos respetuosos, aclarar dudas, realizar rituales de unión que son de gran ayuda en el proceso de duelo, creando conciencia que la vida continua, que este momento pasará. Se debe aceptar de manera paciente, y poco a poco el corazón se va fortaleciendo y sanando; (RVT)
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